El inicio

Carlota y Javier se conocieron de forma muy graciosa, mediante una aplicación de parejas, hace 5 años. Ella vivía en España y sus padres en Panamá, durante unas vacaciones en la playa de Buenaventura con su familia, se vieron por primera vez. Carlota volvió a España a seguir sus estudios y en junio, nuevamente de vacaciones a Panamá, se reencontraron, manteniendo su relación durante 3 meses.

Llegaba el momento de volver a España, entonces él le pidió que se quedara a vivir en Panamá. Así empezó esta romántica aventura, Carlota sólo volvió a Madrid a recoger sus cosas, a hacer la mudanza y los papeleos correspondientes, para irse a vivir con Javier.

En una cena familiar, llegó el momento del postre y el camarero puso el plato con la caja y el anillo, ahí mismo Javier se arrodillo y le pidió matrimonio. Ella cuenta que fue lo mejor que le había pasado en la vida. Quién iba a decir que se casarían en Buenaventura, en dónde se vieron por primera vez.

La boda

Lo mejor es que la boda fue como la había soñado Carlota desde pequeña. Ella definió el evento como elegante, fresco y bonito. La paleta de colores incluía lila, blanco, gris, verde eucalipto, rosa y morado.

La decoración tanto en la ceremonia como en el exterior de la ermita se basó en colores blancos y verde eucalipto. En el exterior se encontraban a cada lado de la puerta, macetas vintage en grises con diferentes combinaciones de arreglos florales, también se colocaron arreglos de manera natural encima de las escaleras.

La recepción fue en el Club de Golf, un espacio exterior lleno de palmeras y vegetación natural como el gran Corotú. El juego de luces realzaba la belleza del lugar. Sombreros panameños, un gran marco con un cartel de baile flamenco como bienvenida a los invitados, iniciales tamaño real decoradas con flores, la mesa de firmas combinando macetas y farolillos de madera y de hierro envejecido, fueron los toques que le dieron glamour y elegancia a la boda.

El ramo de novia estuvo inspirado en la recolección de flores silvestres, el estilo fue muy fresco. Las flores que se utilizaron fueron:Tulipanes, Dustin Miller, Limoniun, Lisiantus,Babybread, Spider, Baby roses y Eucaliptos.

Ideas originales

Hubo todo tipo de snack personalizados en bolsas con caricaturas nuestras, como un carrito de palomitas. Un Photo Booth con mil gorros, gafas, carteles y fotos en el mismo estilo de la invitación de la boda.

El ajuar de la novia y los detalles del novio Carlota eligió el vestido en “Rosa Clará”, una diseñadora española. No fue nada difícil ya que al segundo día de ir a probarse vestidos, encontró con el que soñó siempre. Amor a primera vista. Los zapatos, unos Rockstud pumps de Valentino en color rosa salmón..El traje escogido por el novio, un esmoquin negro de Ermenegildo Zegna. Camisa blanca para gemelos, pajarita negra y zapatos de vestir negros. Gemelos de Carolina Herrera.

Momentos Especiales

Uno de ellos fue cuando vistieron a Carlota y al otro lado de la habitación en el pequeño salón, la esperaba toda su familia. Salió vestida para que todos la vieran y fue indescriptible, hubo llantos y rostros que desprendían felicidad y orgullo. Madre e hija nerviosas, despidiéndose, Carlota entró junto a sus hermanos, primos y la corte a la iglesia. Su padre estaba nervioso, pero intentaba no demostrarlo, hubo un momento en que la tomó fuerte de la mano al verla temblar, luego se abrieron las puertas de la iglesia, él se notaba orgulloso y feliz, Javier estaba esperándonla al final, mirándola a punto de saltarle las lágrimas.

Consejos de la Novia

Un consejo de la misma novia es que se necesita a gente muy profesional al lado de las parejas próximas a casarse. El equipo de bodas debe darle confianza a la novia. Esta boda tuvo todo el sello de la novia y eso, sin duda, la hizo única y disfrutable.

Como Carlota misma comenta, el estilo de la boda, juega un papel importante porque habla de la personalidad de la novia, en este caso un estilo libre, fresco pero, elegante a la vez, que coincidieron perfectamente con su espíritu.